Un nuevo marco para volverse viral
Por David Dubois
Ventas y Marketing
Harvard Business Review
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Resumen. Hace diez años, "hacerse viral" era la regla de oro para las marcas, ya que les ayudaba a implicar a su base y a llegar a un amplio abanico de nuevos clientes. Pero en una época de mayor polarización y escrutinio de las marcas, ¿sigue importando la viralidad? El autor sostiene que, aunque la viralidad sigue siendo una de las formas más importantes de aumentar la notoriedad de una marca, lo que importa es cómo se hace. Un marco de seis puntos respaldado por la investigación (denominado SPREAD) puede ayudar a las marcas a abrirse paso entre el ruido y destacar por las razones adecuadas.
No hace mucho, "hacerse viral" era la regla de oro para los profesionales del marketing. Una campaña viral significaba un alcance, un compromiso y una notoriedad de marca sin precedentes. La campaña de 2012 "Dumb Ways to Die" de Metro Trains en Melbourne, por ejemplo, era divertida, pegadiza e inspiró innumerables remakes, parodias y descargas, convirtiéndola en una de las campañas de seguridad pública más queridas de todos los tiempos.
Pero hoy en día, las cosas que se hacen virales a menudo lo hacen por las razones equivocadas: controversia, indignación, desinformación o simple incomodidad. Consideremos la desastrosacampaña de Dolce & Gabbana "DG Loves China": Consiguió millones de visitas, pero también provocó una reacción violenta a escala mundial que costó a la marca unos 400 millones de dólares en pérdidas de ventas y daños a largo plazo en su segundo mercado más importante. Esto no es en absoluto una excepción: Según un informe de 2023 de Hootsuite, sólo el 5% de los contenidos de las plataformas de medios sociales alcanzan el estatus de virales, y gran parte de ellos lo son por motivos negativos o polarizadores. En este clima tan delicado, la pregunta crítica que deben plantearse los líderes de las marcas es: ¿Queremos siquiera seguir siendo virales?
La verdad es que la viralidad no ha muerto y sigue importando. Incluso con los cambios en los algoritmos y el comportamiento de la audiencia, generar expectación en torno a su contenido sigue siendo una herramienta poderosa para las marcas, ya que la viralidad es un importante impulsor conocido tanto del recuerdo de la marca como del compromiso del consumidor.
Para ayudar a las marcas a navegar por las complejidades de la viralidad moderna, desarrollé el marco SPREAD, basado en la investigación de las ciencias sociales y perfeccionado a lo largo de años de impartir cursos de educación ejecutiva a responsables de marketing de marcas y otros responsables de la toma de decisiones. Este marco capacita a los equipos para desentrañar, evaluar y optimizar de forma crítica el potencial viral de sus contenidos antes de publicarlos y ayuda a garantizar que lo que producen es impactante y seguro de compartir.
A continuación se presentan las seis dimensiones del marco SPREAD.
Socialmente útil y sensible
Las campañas que triunfan hoy en día suelen hacer algo más que entretener: ayudan al público a hacer o decir algo valioso. Duolingo, por ejemplo, utilizó su mascota búho viral en 2024 para defender la equidad lingüística. A través de TikTok, promovió programas de alfabetización multilingüe, lo que dio lugar a más de 800 millones de visualizaciones de vídeos generados por los usuarios y a un aumento interanual del 54% en las descargas de la aplicación en todo el mundo.
O consideremos la campaña "El coste de la belleza" de Dove, que puso de relieve el impacto de las redes sociales en la salud mental de los jóvenes. La marca se asoció con organizaciones de salud mental, lo que dio lugar a más de 6.600 millones de impresiones en EE.UU. y a un aumento del 5,5% en las ventas en valor. La resonancia de la campaña fue profundamente personal: Al compartirla, la gente pudo señalar su empatía, su alineación con la positividad corporal y su apoyo a la salud mental, ayudando a los demás y reforzando al mismo tiempo sus propios valores. Esta mezcla de expresión de la identidad individual y contribución social ayuda a explicar el poderoso alcance del anuncio. Juntas, la utilidad social y la sensibilidad impulsan las comparticiones porque fomentan el acto de compartir.
Preguntas para calibrar si el contenido es socialmente útil y sensible:
- ¿Ofrece el contenido valor o significado a quien lo comparte (por ejemplo, ayudándole a señalar sus valores a los demás o reforzando los lazos sociales entre quien lo comparte y su audiencia)?
- ¿Se trata de un contenido que la gente se sentirá bien compartiendo y que amplifica valores como la empatía o la identidad personal?
- ¿Compartir este contenido repercutirá positivamente en la relación del emisor con los destinatarios (tanto los seguidores existentes como los nuevos espectadores)?
- ¿Ignora o trivializa este contenido sensibilidades sociales actuales?
Provocador
Las grandes campañas incitan a la gente a reflexionar -incluso a discutir- siempre que sean estratégicas y sensibles desde el punto de vista cultural. Los contenidos provocadores desafían las normas, sorprenden al público o despiertan la curiosidad, un conocido motor del intercambio humano. La campaña "No compre esta chaqueta" de Patagonia es otro buen ejemplo, ya que instaba a los consumidores a reconsiderar el consumo excesivo al tiempo que se alineaba con la misión de la marca de defender la sostenibilidad.
Del mismo modo, Elf Beauty lanzó la campaña "So Many Dicks" 2024 como un audaz movimiento para poner de relieve la sobrerrepresentación de hombres llamados Richard, Rick o Dick en los consejos de administración de EE.UU. (frente a mujeres o personas de grupos infrarrepresentados). Aprovechando el humor descarado y un título provocador, la marca puso eficazmente el foco en la falta de diversidad de los consejos de administración de las empresas, logrando 2.300 millones de impresiones orgánicas en los medios y aumentando la notoriedad en un 20%.
Pero no toda provocación es productiva, sobre todo cuando no tiene en cuenta el sistema más amplio. Tomemos como ejemplo el anuncio de Apple para el iPad de 2023 "¡Crush! Destinado a suscitar un diálogo mundial en torno a la creatividad, la tecnología y la IA, acabó recibiendo una reacción masiva por parecer insensible al tono (destruyendo herramientas creativas, el propio posicionamiento de Apple, núcleo de la identidad de los seguidores de la marca). ¿La lección? La provocación debe servir para algo, no sólo para llamar la atención.
Del mismo modo, incluso las campañas con buenas intenciones pueden resultar contraproducentes cuando parecen pasar por alto los puntos de dolor sociales. Por ejemplo, el anuncio de Pepsi de 2017 protagonizado por Kendall Jenner intentó aprovechar el poder de las imágenes de protesta para promover la unidad, pero trivializó movimientos serios como Black Lives Matter al sugerir que un refresco podía resolver las tensiones sistémicas. La reacción fue rápida y global: el anuncio se retiró en 24 horas y Pepsi emitió una disculpa pública.
Preguntas para calibrar si el contenido es provocativo:
- ¿Este contenido desafía las normas o despierta curiosidad?
- ¿Hasta qué punto es sorprendente o contraintuitivo el formato o el mensaje del contenido?
- ¿Provoca este contenido de un modo que podría leerse como sordo al tono u ofensivo? Por ejemplo, ¿simplifica en exceso cuestiones complejas? ¿Ofrece la marca como una solución rápida a problemas sistémicos? ¿Se caracteriza a sí misma como un héroe (en lugar de amplificar las voces afectadas)? ¿Adopta un tono prescriptivo, diciendo a la gente lo que debe hacer?
Replicable
Los memes, los retos y los remixes prosperan porque dan a la gente un sentimiento de propiedad o de participación en la campaña. Por ejemplo, la tendencia de TikTok "Imperio Romano" de 2024 -en la que los usuarios bromeaban sobre la frecuencia con la que los hombres piensan en la antigua Roma- desencadenó que marcas como Netflix, Domino's e incluso instituciones académicas la cooptaran. La tendencia original generó más de 2.100 millones de visitas, con más de 12.000 remakes afiliados a marcas. La campaña "Draw Ketchup" de Heinz también dio en el clavo. Al pedir a los fans que "dibujaran ketchup" y lo colgaran en Internet, generó más de 5,8 millones de dólares en medios ganados, 127 veces la inversión inicial en medios, y consiguió que las botellas de edición limitada se agotaran en menos de tres horas. La clave está en facilitar que la gente se sienta comprometida y capaz de participar.
Preguntas para calibrar si el contenido es replicable:
- ¿Cómo de fácil sería para alguien copiar, remezclar o responder a este contenido?
- ¿Este contenido hace que los usuarios quieran participar y crear su propia versión (por ejemplo, fomentando activamente los memes, las remezclas, los duetos o los retos)?
- ¿Es el contenido demasiado complejo o pulido para inspirar la participación de los usuarios?
Activar las emociones -y, en particular, diseñar montañas rusas emocionales- impulsa la viralidad. Pero en el clima actual, las emociones relevantes importan más que la intensidad. Made Possible by Hosts" de Airbnb construyó viajes emocionales a través de historias reales de viajeros que se reencontraban con sus seres queridos. Al explotar la nostalgia y la reconexión después de Covid, la serie resonó profundamente en el público que salía de los cierres por pandemia y dio lugar a un aumento del 15% en el tráfico global en el tercer trimestre de 2021 en los países en los que se ha desarrollado la campaña, en comparación con 2019. Tras seis meses de campaña, Airbnb obtuvo el mayor beneficio de su historia, con un aumento interanual de los ingresos netos del 280%, hasta los 834 millones de dólares. Compárelo con el infame anuncio"Regalo de Navidad" de Peloton, que intentó tirar de las emociones pero fue interpretado como insensible al tono y sexista, un recordatorio de que interpretar mal el tono emocional puede ser contraproducente.
Preguntas para calibrar si el contenido es emocional
- ¿Evoca el contenido una respuesta emocional fuerte (por ejemplo, alegría, tristeza, asombro)?
- ¿La emoción evocada parece relevante y acorde con el producto que se anuncia o el objetivo de la campaña?
Ambiguo
La ambigüedad despierta la curiosidad y alimenta el intercambio. La campaña "Reconstruye el mundo" de Lego utilizó escenas surrealistas y oníricas que desafiaban la lógica, lo que incitó a los espectadores a interpretar la campaña a su manera, lo que se tradujo en un aumento de los ingresos del 14%. Del mismo modo, la marca de moda india Wrogn, cofundada por el jugador de críquet Virat Kohli, lanzó la campaña "Misterio Wrogn" en marzo de 2023. La marca publicó imágenes crípticas de Kohli con objetos no relacionados, subtituladas con #IYKYK ("Si lo sabes, lo sabes"), prompting fans to decipher the hidden meanings. La campaña logró más de 42 millones de impresiones en un solo día.
La ambigüedad funciona porque la gente disfruta con el proceso de descifrar -ycompartir- sus teorías. Del mismo modo, el reciente éxito mundial de Fix Dessert Chocolatier se debió, en parte, a la falta de claridad inicial sobre los orígenes de la marca. Esto alimentó la curiosidad y suscitó debates, animando al público a explorar más a fondo y descubrir más cosas sobre el producto.
Preguntas para calibrar si el contenido es ambiguo:
- ¿Deja el contenido espacio para diferentes interpretaciones o significados personales?
- ¿Hay partes del contenido que despiertan curiosidad o dejan preguntas sin respuesta?
- ¿Qué probabilidades hay de que la gente discuta o debata sobre lo que realmente significa este contenido?
Distribución
Por último, el contenido debe diseñarse para su distribución, no sólo para su creación. El contenido que viaja bien se adapta a la lógica de múltiples plataformas: desde remezclas de TikTok y reposts de Instagram hasta hilos de Reddit y mensajes reenviados en WhatsApp. Esto significa que no depende excesivamente de las normas de un canal (como los sonidos que marcan tendencia o los filtros visuales), sino que se construye en torno a formatos, historias o tropos que la gente puede recoger y modificar para adaptarlos a cualquier lugar.
Mientras que el contenido replicable invita a la imitación (como los retos o los memes), el contenido distributivo está diseñado para viajar, para no tener fricción entre canales, formatos y audiencias. Por ejemplo, el #DollyPartonChallenge -en el que los usuarios publicaron cuatro versiones de sí mismos para LinkedIn, Facebook, Instagram y Tinder- se difundió ampliamente porque invitaba de forma natural a la réplica en todas las plataformas, no sólo en una. Del mismo modo, la campaña #ShareYourEars de Disney hizo que compartir no supusiera ningún esfuerzo al invitar a los fans a publicar fotos de sí mismos con las orejas de Mickey Mouse, cada publicación contribuía a una donación para la Fundación Make-A-Wish.
En la misma línea, el equipo de marketing de la película Barbie 2023 desarrolló memes, filtros y "plantillas" visuales hechas explícitamente para ser compartidas. Su herramienta de creación de carteles generada por IA dio lugar a más de 4 millones de imágenes creadas por los usuarios en un mes, contribuyendo a que "Barbenheimer" se convirtiera en un fenómeno cultural.
En las campañas distributivas, los profesionales del marketing incitan a la gente a etiquetar a otras personas (por ejemplo, a través de un reto como "Etiqueta a alguien que superaría esto en 3 segundos" o un encuadre específico de identidad como "Sólo los niños de los 90 recordarán esto" o "Etiqueta a un compañero corredor que entienda esto"). Estas campañas también crean hashtags ingeniosos y animan a su público a utilizarlos, añadiendo así sus contribuciones individuales a la comunidad en general. Por ejemplo, los responsables de marketing de Barbie animaron a la gente a utilizar el hashtag #Barbiecore en fotos o vídeos en los que aparecieran vestidas de rosa pálido. Del mismo modo, "Can't Get #Knafeh Of It" de Fix Dessert Chocolatier, pedía a la gente que utilizara el hashtag #knafeh cuando comieran o reseñaran el chocolate de Fix Dessert en cualquiera de sus plataformas de medios sociales.
Preguntas para calibrar si el contenido es distribuible:
- ¿El formato permite compartir sin esfuerzo, por ejemplo, ofreciendo prompts claros (como "Etiqueta a un amigo que..."), plantillas fáciles de copiar, lenguaje específico de la campaña (como hashtags) o funciones nativas de la plataforma como reposiciones con un solo clic o integraciones de pegatinas?
- ¿Es fácil imaginar a la gente compartiendo o amplificando este contenido a través de diferentes canales?
- ¿Incita el mensaje activamente a los destinatarios a compartir el contenido con otras personas (por ejemplo, a través de Instagram o TikTok)?
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El objetivo de este marco no es responder "sí" a todas las preguntas, sino dar a las marcas la posibilidad de alinearse sobre qué aspectos de la viralidad esperan alcanzar con su campaña.
Ahora que los algoritmos dan prioridad a los contenidos personalizados frente al amplio alcance, las métricas de compromiso han evolucionado para centrarse en las interacciones significativas y el comportamiento de la audiencia se ha vuelto más exigente y fragmentado. El marco SPREAD proporciona una hoja de ruta para que las marcas logren resonancia y relevancia y construyan conexiones auténticas, ayudándoles a abrirse paso entre el ruido y a destacar por todas las razones correctas. Al equilibrar cuidadosamente las seis dimensiones, las marcas pueden crear contenidos que resuenen sin comprometer sus valores.
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David Dubois es profesor asociado en INSEAD.