Doxa 1990

¿Su empresa debe construir un ecosistema abierto o cerrado?

Por Carmelo Cennamo y Feng Zhu
Innovación
Harvard Business Review

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Resumen. Una de las decisiones más importantes que deben tomar las empresas es si quieren desarrollar su negocio en un ecosistema cerrado y propietario o en uno abierto. Si bien esto suele considerarse un problema para las empresas digitales, se aplica a los fabricantes de automóviles eléctricos, cafeteras y más. Al tomar una decisión, las empresas deben seguir cuatro principios: 1) aceptar la idea de que lo abierto y lo cerrado son un espectro, no una dicotomía, 2) equilibrar los beneficios y los costos mediante una gobernanza centralizada, 3) buscar la diferenciación estratégica mediante diferentes niveles de apertura, y 4) ayudar a educar a los reguladores sobre las ventajas y desventajas.
La mayoría de las empresas, en un momento u otro, deben decidir qué tipo de ecosistema quieren construir o en el que quieren operar. Pensemos en una cafetera como Keurig. ¿Debería suministrar todas las cápsulas para sus máquinas (un ecosistema cerrado) o debería permitir que terceros las proporcionen (un ecosistema abierto)? De manera similar, los fabricantes de vehículos eléctricos como Tesla se enfrentan a la decisión de si hacer que sus estaciones de carga sean exclusivas para sus propios autos o estén disponibles para la competencia.

Las empresas digitales, en particular, suelen enfrentarse a este dilema, y ​​sus experiencias ofrecen valiosas lecciones. En ese contexto, el éxito de los ecosistemas abiertos frente a los sistemas cerrados y propietarios (ilustrado por historias como Windows versus Mac, Wikipedia versus Enciclopedia Británica y Apache Web Server versus servidores propietarios) alienta a muchas empresas a adoptar la apertura.

Sin embargo, también hay ejemplos destacados (aunque menos citados) en los que los ecosistemas abiertos no cumplieron sus promesas. Linux, un sistema operativo de código abierto más abierto que Windows, ha captado sólo una pequeña cuota de mercado en el sector de los ordenadores de sobremesa. Le fue bien en el mercado de servidores, pero no ofrece una interfaz de usuario intuitiva ni una experiencia de usuario fluida que pueda resultar atractiva para la gran mayoría del mercado. En concreto, no existían incentivos para desafiar realmente a Windows/Mac. O pensemos en cómo Atari, que en su día fue un nombre fundamental en la historia de los videojuegos, fracasó debido a una apertura excesiva y su mercado de juegos se vio inundado de juegos de calidad inferior que erosionaron la confianza de los consumidores.

Estamos siendo testigos de una nueva generación de tecnologías que se enfrentan a la misma cuestión fundamental: los modelos de lenguaje de gran tamaño (LLM), la realidad extendida (XR) y la computación cuántica, por nombrar algunas. Junto con estas tecnologías emergentes, los reguladores también se preguntan cómo garantizar que los ecosistemas relacionados permanezcan lo más abiertos posible. Su principal preocupación es que las grandes empresas tecnológicas existentes pronto podrían dominar estos espacios, dictando las nuevas “reglas del juego” para las empresas y los usuarios que necesitan interactuar con estas tecnologías. Pero la pregunta sigue siendo: ¿cuán abiertos deberían ser estos ecosistemas?

Si bien los detalles varían según las industrias y las empresas, nuestra investigación indica que un enfoque eficaz hacia la apertura del ecosistema debe seguir cuatro principios clave.

Abrazando el espectro de ecosistemas abiertos y cerrados
La decisión de optar por un ecosistema abierto o cerrado no es realmente una cuestión binaria, sino de ubicar a su empresa en un espectro. Todos los ecosistemas muestran cierto grado de “apertura”, pero el grado varía. En muchos ecosistemas digitales, la apertura se caracteriza por un sistema que otorga acceso a actores externos para desarrollar productos complementarios: proporciona API, kits para desarrolladores de software y documentación. Por ejemplo, Apple mantiene el control sobre su sistema operativo iOS y dispositivos como iPhones y iPads, pero permite el desarrollo externo de aplicaciones.

Una mayor apertura suele implicar ceder el control de la plataforma a una comunidad de desarrolladores, algo que se observa con frecuencia en proyectos de código abierto como Android, Chromium, Linux y Apache. Estas comunidades, moldeadas por normas e intereses no pecuniarios, pueden ser más cooperativas que un único propietario de una plataforma. Android, por ejemplo, no solo concede acceso a su código fuente, sino que también permite la distribución de software a través de múltiples canales, a diferencia del iOS de Apple, que exige que todo el software se distribuya a través de la App Store de Apple.

Un único ecosistema también puede admitir distintos niveles de apertura. Por ejemplo, si bien Android suele considerarse un proyecto de código abierto, existen diferentes niveles de apertura para las distintas implementaciones de Android. El Proyecto de código abierto de Android (AOSP), que es el conjunto fundamental de códigos fuente disponibles públicamente, es el nivel más abierto y no requiere el permiso de Google ni de ninguna otra parte. Luego, existe una versión de Android que se utiliza en los propios dispositivos de Google, como Pixel, que viene con los Servicios móviles de Google (GMS), que incluyen Google Search, Google Play, YouTube, Google Maps, etc. Por último, los fabricantes de equipos originales (OEM), como Samsung, OPPO y VIVO, a menudo llevan implementaciones de Android personalizadas en sus propios dispositivos, que se basan en AOSP y pueden tener o no los GMS preinstalados.

En realidad, la mayoría de los sistemas digitales no encajan perfectamente en las categorías de completamente abiertos o cerrados; en cambio, operan en un espectro. Reconocer y adoptar este espectro es crucial para que las empresas determinen su nivel ideal de apertura. Si bien cada empresa y situación puede ser diferente, las empresas deben considerar estas preguntas:
  • ¿Hasta qué punto puede abrirse? Comprender el espectro completo de apertura y cierre es fundamental para asegurarse de no pasar por alto ninguna oportunidad. Por ejemplo, Tesla puede decidir si abre sus estaciones de carga a otros, si comparte su tecnología de vehículos autónomos y si permite el uso gratuito de sus patentes o propiedades intelectuales. Reconocer el grado de apertura o de cierre que puede adoptar en este espectro e identificar las palancas para ajustar este equilibrio son los primeros pasos para determinar su nivel óptimo de apertura.
  • ¿Cómo se monetizarán los servicios teniendo en cuenta los distintos niveles de apertura? Las empresas que lideran ecosistemas con un mayor nivel de apertura tienden a monetizar los servicios básicos de forma indirecta, por ejemplo, a través de publicidad u ofreciendo servicios complementarios adicionales o premium. Por otra parte, las empresas que lideran ecosistemas más cerrados suelen monetizar directamente los productos o servicios básicos del ecosistema cobrando a los usuarios finales por los beneficios directos que reciben de estos productos básicos y sus complementos. Las empresas deben evaluar si poseen las capacidades para implementar eficazmente un modelo de negocio basado en el nivel de apertura elegido.
Equilibrar beneficios y costos mediante una gobernanza centralizada
La apertura de los ecosistemas conlleva sus desventajas. Por un lado, la apertura impulsa la innovación al ofrecer a los usuarios una amplia variedad de opciones y reducir los precios. Por ejemplo, existen más de 24.000 tipos de dispositivos Android producidos por casi 1.300 marcas diferentes. Esto otorga a los desarrolladores una mayor autonomía en el desarrollo y la distribución de sus productos, reduce los costos de desarrollo y amplía la participación de los usuarios. Las grandes plataformas de modelos de lenguaje de código abierto, como LLaMA 2, han democratizado el acceso a la IA , lo que permite que tanto las pequeñas empresas como los individuos ajusten sus propios modelos.

Sin embargo, la apertura también presenta riesgos, principalmente debido a la posible pérdida de control. Los ecosistemas abiertos pueden tener dificultades para mantener una dirección unificada, como se ve en las diversas visiones de múltiples contribuyentes. Este problema puede conducir a la fragmentación, ejemplificada por Blink, un motor de renderizado derivado de WebKit en 2013. La fragmentación puede obstaculizar el crecimiento de los mercados para productos complementarios e incluso puede conducir a la caída de un ecosistema, como lo demuestra la experiencia de Atari .

Además, abordar cuestiones de calidad en ecosistemas abiertos puede presentar desafíos importantes. Por ejemplo, Google tiene dificultades para implementar parches de seguridad y desplegar nuevas funciones en una amplia gama de dispositivos Android. eBay lucha por eliminar las falsificaciones en su mercado, una tarea que es menos difícil para los minoristas en línea que tienen un control más estricto sobre sus productos. De manera similar, a Meta puede resultarle casi imposible eliminar todo el contenido dañino generado por los usuarios en sus plataformas, a diferencia de empresas de medios como The New York Times o CNN, que ejercen un control más estricto sobre su contenido.

Por último, capturar valor en un ecosistema abierto es complejo. En la industria del arte generado por IA, por ejemplo, mientras que la empresa de código abierto Stable Diffusion ha impulsado una innovación tecnológica significativa, la empresa de código cerrado Midjourney ha logrado un mayor éxito financiero. Midjourney, con solo 40 empleados, habría generado más de 200 millones de dólares en ingresos en 2023, mientras que Stability AI todavía está utilizando fondos de su ronda de financiación inicial de 100 millones de dólares .

Para mitigar los inconvenientes y maximizar el valor, los ecosistemas abiertos suelen requerir una gobernanza centralizada. Esta gobernanza puede incluir el establecimiento de normas técnicas, de seguridad y operativas que todos los participantes deben seguir, la implementación de un sistema de permisos para controlar los derechos de acceso y la coordinación de esfuerzos para fijar la dirección estratégica y los objetivos a largo plazo del ecosistema. Tras el colapso de Atari, Nintendo mejoró su gobernanza imponiendo estrictas restricciones a los desarrolladores externos para enfatizar la calidad, lo que contribuyó a la recuperación del mercado de los videojuegos domésticos.

Además, la gobernanza centralizada ayuda a la coordinación comunitaria y a la preservación de la identidad del ecosistema, algo crucial para la resolución de disputas y la toma de decisiones que se alinea con los intereses más amplios de la comunidad. Wikipedia, por ejemplo, permite contribuciones y ediciones colaborativas bajo estrictas políticas editoriales y pautas comunitarias. Los editores y administradores voluntarios hacen cumplir estas normas para mantener la precisión y confiabilidad del contenido.

Por último, la gobernanza centralizada ayuda a prevenir la fragmentación y los estancamientos y coordina las respuestas a las amenazas externas. Google ha mitigado la fragmentación de Android al aplicar estándares de compatibilidad, como el conjunto de pruebas de compatibilidad de Android, y preparar a los desarrolladores para innovaciones como los dispositivos plegables.

Las empresas deben considerar las siguientes preguntas para determinar su nivel óptimo de apertura:
  • ¿Cuáles son los posibles riesgos y beneficios de hacer que su sistema sea más abierto? Los riesgos y beneficios varían según el contexto específico. Es fundamental no subestimar los riesgos para evitar resultados similares a la caída de Atari.
  • ¿Cómo se implementa una estructura de gobernanza centralizada para mitigar estos riesgos sin reducir significativamente la creación de valor? El desafío es lograr el equilibrio adecuado entre mantener un control estricto y fomentar un entorno innovador y colaborativo adaptado a su situación específica.
Diferenciación estratégica a través de diferentes niveles de apertura
Al decidir su estrategia de apertura, es importante reconocer que esta decisión también implica cómo diferencia sus ofertas de las de sus competidores. Por ejemplo, con el auge del concepto de "metaverso", las principales empresas tecnológicas como Meta (Facebook), Microsoft, Apple y Alphabet (Google) han realizado inversiones significativas en XR. La mayoría de los dispositivos XR se adhieren a un conjunto común de estándares conocidos como OpenXR. Sin embargo, el recientemente anunciado Vision Pro de Apple es una excepción, ya que es exclusivo del ecosistema de Apple. 

Si bien un estándar común generalmente beneficia a los desarrolladores y consumidores a través de una mayor interoperabilidad entre plataformas, la solución cerrada de Apple ofrece beneficios similares dentro de su propia familia de dispositivos. Esta diversidad podría aumentar la posibilidad de que coexistan múltiples ecosistemas. La flexibilidad sigue siendo clave, ya que el panorama empresarial dinámico requiere que las empresas sean ágiles para ajustar el nivel de apertura de su ecosistema en respuesta a las cambiantes condiciones del mercado, las demandas regulatorias y los avances tecnológicos.

Los nuevos participantes en estos mercados a menudo deben determinar su nivel de apertura en función de las estrategias de sus competidores. Deben tener en cuenta lo siguiente:
  • ¿Un nivel diferente de apertura atraerá a un segmento distinto de usuarios? Diferentes grados de apertura pueden dar lugar a diferentes propuestas de valor. En el mercado de los teléfonos inteligentes, algunos usuarios prefieren Android por su flexibilidad, mientras que otros prefieren el iPhone por su experiencia de usuario fluida. Si existe un segmento sustancial de usuarios que podría beneficiarse de un nivel diferente de apertura, las empresas pueden diferenciarse estratégicamente optando por un nivel único de apertura. Esta diferenciación también puede ayudar a aliviar la intensidad competitiva.
  • ¿Qué tan atrasado está usted? Cuando ya existe un líder del mercado, un nuevo participante que busca alcanzarlo a menudo necesita adoptar un enfoque más abierto para atraer socios del ecosistema y acelerar la innovación. Por ejemplo, Firefox, desarrollado por la Fundación Mozilla, ofreció una alternativa de código abierto para competir con Internet Explorer de Microsoft. Asimismo, Meta ha pasado recientemente a ofrecer modelos de lenguaje de código abierto de gran tamaño en un intento de competir con ChatGPT de OpenAI.
Educar a los reguladores sobre las compensaciones
El concepto de apertura en los ecosistemas digitales ha atraído una considerable atención de los reguladores de todo el mundo. Por lo tanto, es crucial que las empresas interactúen con ellos y articulen claramente las ventajas y desventajas asociadas con el nivel de apertura que elijan. Los reguladores pueden introducir sesgos involuntarios en su aplicación. Los ecosistemas suelen crear más valor social cuando son más abiertos, pero suelen enfrentarse a un mayor escrutinio regulatorio. Por ejemplo, la práctica de Apple de preinstalar sus aplicaciones en dispositivos iOS rara vez genera inquietudes, mientras que Google ha enfrentado críticas por prácticas similares en Android, percibidas como un abuso de poder.

Esta postura asimétrica hacia los ecosistemas más abiertos frente a los más cerrados puede deberse en parte a la creencia de algunos reguladores de que cualquier restricción al uso de software de código abierto constituye una violación de la licencia de código abierto o una conducta anticompetitiva. Sin embargo, las empresas deberían ayudar a los reguladores a comprender la necesidad de cierta centralización en sus ecosistemas para garantizar una gobernanza eficaz.

A medida que las empresas desarrollan sus ecosistemas, es importante tener un plan de comunicación con los reguladores que aborde los siguientes aspectos:
  • Las compensaciones que está haciendo con el nivel de apertura que ha elegido. Sea transparente acerca de cómo considera la creación de valor de su ecosistema con su nivel actual de apertura y cómo define la salud de su ecosistema. Explique por qué no eligió ser más abierto.
  • La importancia de la estructura de gobernanza actual en su ecosistema. Explique por qué esta estructura de gobernanza es crucial y analice las posibles consecuencias de no contar con ella.
Este intercambio de información puede permitir a los reguladores comprender y evaluar mejor cómo las acciones de las empresas ayudan a mejorar la salud general del ecosistema.

Al adherirse a estos cuatro principios, las empresas pueden liderar con mayor éxito la evolución de sus ecosistemas comerciales colaborativos e innovadores.

Divulgación: Google proporcionó financiación para este análisis. El profesor Feng Zhu ha proporcionado servicios de consultoría a Meta y Microsoft. Las opiniones expresadas aquí son exclusivas de los autores.

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Carmelo Cennamo es profesor de Estrategia y Emprendimiento en la Copenhagen Business School, donde es director del Foro de Competencia en Mercados Digitales. Sus principales intereses de investigación se centran en la competencia en los mercados digitales, los ecosistemas de plataformas y la transformación digital a nivel sectorial.

Feng Zhu es profesor asociado de Administración de Empresas de la cátedra Piramal en la Escuela de Negocios de Harvard. Estudia la estrategia competitiva y la innovación en las industrias de alta tecnología, con especial énfasis en los mercados basados ​​en plataformas.

 

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