Doxa 2131

Deje de depender de los demás para obtener validación en el trabajo

Cómo cultivar un sentido más profundo de autoestima.

Por Dina Denham Smith
Gestionarse a sí mismo
Harvard Business Review

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Resumen. ¿Quién no aprecia el reconocimiento de sus esfuerzos y triunfos, o no le gusta impresionar a los demás de vez en cuando? Es igualmente importante cultivar la validación interna: un sentido más profundo de autoestima que esté libre de las opiniones vacilantes de los demás y de la dosis momentánea de dopamina que supone una estrella dorada. Desarrollar la validación interna no consiste en cultivar una confianza infundada ni en inflar el ego, sino en contrarrestar las características habituales del lugar de trabajo que, si no se controlan, pueden socavar inadvertidamente la confianza, la autoestima y el bienestar. En este artículo, el autor comparte cuatro estrategias para equilibrar la perspectiva y mantener la seguridad en uno mismo a pesar de las presiones externas y los entornos laborales desafiantes.
Cuando se acumulan triunfos, se obtiene reconocimiento y se crece profesionalmente, el trabajo puede aumentar la confianza y el bienestar. Pero nuestros lugares de trabajo también pueden ser focos de inseguridad:
  • Las expectativas poco claras y la retroalimentación insuficiente pueden generar incertidumbre sobre su desempeño y fomentar las dudas sobre sí mismo.
  • La competencia y las comparaciones con los pares pueden promover sentimientos de incompetencia.
  • El trabajo duro no se reconoce y se pasan por alto los prejuicios, lo que hace que uno cuestione sus contribuciones y su valor.
  • Las plataformas de redes sociales como LinkedIn crean la ilusión de que todos están sobresaliendo, lo que genera pensamientos de no estar a la altura o de quedarse atrás.
Estas dinámicas habituales en la experiencia laboral diaria minan la confianza en uno mismo y hacen que sea fácil buscar la validación de fuentes externas. Sin duda, todos dudamos de nosotros mismos a veces, y querer que los demás nos vean y nos valoren es algo sano y natural. ¿A quién no le gusta que le den ánimos, que reconozcan sus esfuerzos y sus triunfos o que le guste impresionar a los demás de vez en cuando?

Sin embargo, confiar en la validación externa para reforzar la autoestima es una apuesta perdedora a largo plazo. Vinculamos nuestra autoestima a las mareas cambiantes del juicio de los demás y, sin embargo, su aprobación solo produce una sensación fugaz de logro. Aún más preocupante, buscar la afirmación puede nublar el juicio y llevarnos a sacrificar nuestros valores y nuestra autenticidad.

Sin lugar a dudas, comprender las métricas de éxito de su función y cómo avanzar en su organización es fundamental para su desempeño y su carrera. Pero es igualmente importante cultivar la validación interna: un sentido más profundo de autoestima que esté libre de las opiniones vacilantes de los demás y de la dosis momentánea de dopamina que supone una estrella dorada.

Desarrollar la validación interna no consiste en cultivar una confianza infundada ni en inflar el ego. Se trata, más bien, de contrarrestar las características habituales del lugar de trabajo que, si no se controlan, pueden socavar inadvertidamente la confianza, la autoestima y el bienestar. Implemente estas cuatro estrategias para equilibrar su perspectiva y mantener la confianza en sí mismo a pesar de las presiones externas y los entornos laborales desafiantes.

Reconocer que la inseguridad no es un defecto personal
A veces, los clientes de coaching ejecutivo comparten conmigo sus dudas sobre sí mismos como si su inseguridad fuera un defecto personal. Sin embargo, hay muchas pruebas que sugieren que la inseguridad es una reacción racional a las señales que nos dan nuestros lugares de trabajo y la sociedad. Por ejemplo, si bien las mujeres tienen la misma confianza que los hombres, también se les suele diagnosticar el síndrome del impostor, como si fuera una deficiencia. Sin embargo, sentirse inseguro o como un extraño es una respuesta razonable y lógica a los prejuicios y la exclusión sistémicos.

El problema es que, cuando juzgamos nuestras inseguridades como un defecto personal, aumentamos nuestros sentimientos negativos e intensificamos nuestro deseo de aprobación. Pero cuanto más buscamos la afirmación de los demás, más nos predisponemos a sentirnos inseguros, creando un círculo vicioso que se perpetúa a sí mismo.

En lugar de eso, trate de aceptar sus sentimientos de inseguridad o de duda sobre sí mismo como algo natural, dados nuestros entornos laborales individualistas, ambiguos y a menudo sesgados. Reconozca la necesidad humana de conexión y pertenencia y el papel fundamental que desempeña el trabajo en su vida. Si con frecuencia busca la tranquilidad o el elogio de su jefe, reorganice su diálogo interno para decir: "Quiero hacer lo mejor que pueda, por lo que es natural que quiera más comentarios orientativos de mi jefe".

El hecho es que muchos factores externos (como nuestra educación, nuestro entorno laboral y las presiones sociales) pueden causar inseguridad. No te eches la culpa a ti mismo y sufras una doble reprimenda.

Concéntrese en sus fortalezas
Vivimos en una sociedad que busca “arreglarlo todo”, lo que nos lleva a creer que centrarnos en nuestras debilidades es la mejor manera de mejorar. ¿El problema? Esta noción es en gran medida errónea.

Por supuesto, a veces necesitamos abordar carencias de habilidades o desarrollar nuevas competencias. Sin embargo, hay abundantes pruebas que demuestran que centrarnos en nuestras fortalezas en lugar de en nuestras debilidades es ventajoso, ya que aumenta la confianza y la autoconciencia, el rendimiento y la innovación, y el bienestar general.

Nuestro sesgo de negatividad agrava aún más el énfasis de nuestra cultura en arreglar lo que está mal, lo que nos lleva a centrarnos demasiado en nuestros déficits. El resultado: sentirnos insuficientes y buscar más validación. Para superar estas fuerzas, es necesario un enfoque deliberado.

Probablemente estés consciente de tus fortalezas generales, es decir, de las competencias y habilidades que has perfeccionado con el tiempo. Sin embargo, es probable que pases por alto muchas de tus habilidades más naturales debido a su naturaleza inherente: surgen con tanta facilidad que no las notas o las descartas. Como tus fortalezas innatas son difíciles de ver, es necesario obtener retroalimentación externa para identificarlas. Hazles preguntas a colegas de confianza como:
  • Cuando piensas en mí en mi mejor momento, ¿qué cualidades o habilidades te vienen a la mente?
  • Si tuvieras que describirme a alguien que no me conoce, ¿qué fortalezas destacarías?
  • ¿De qué manera agrego valor a nuestra relación o equipo que podría pasar por alto?
Anota lo que aprendas con este ejercicio y crea un archivo en el que enumeres tus puntos fuertes naturales y generales. Además, empieza a añadir logros o comentarios positivos a tu archivo de forma continua. Cuando notes que tu atención vuelve a centrarse en tus debilidades o que tienes muchas dudas sobre ti mismo debido a los acontecimientos en el trabajo, revisa tu archivo para recordar tus atributos positivos, tus contribuciones y tu valor.

Concentrarse en sus puntos fuertes no significa quedarse estancado en su zona de confort o no esforzarse. Es más bien un camino más rápido y más feliz hacia un mayor rendimiento.

Amplíe su definición de éxito
Las expectativas sociales suelen determinar la forma en que definimos el éxito, y muchos de nosotros heredamos inconscientemente las definiciones de éxito de nuestros padres o nuestra educación. El lugar de trabajo (que hace hincapié en los logros, las métricas externas y el ascenso en la jerarquía) puede distorsionar y limitar aún más nuestra visión. Definir el éxito de manera amplia y en nuestros propios términos nos permite alinearnos mejor con nuestros valores y desvincularnos de la búsqueda de la aprobación en el lugar de trabajo.

Para aclarar qué significa el éxito para usted, considere todos los ámbitos importantes de su vida; por ejemplo, las relaciones personales, la carrera, la salud y la comunidad. Hágase preguntas como: “¿Qué valores quiero que refleje mi vida?” o “¿Qué quiero lograr a nivel personal y profesional?”. Imagine su vida ideal dentro de 10 a 20 años e identifique lo que lo haría sentir orgulloso y realizado.

Para cada uno de los ámbitos centrales de su vida, establezca objetivos específicos y alcanzables que se alineen con su definición de éxito. Por ejemplo, después de años de buscar reconocimiento y ascensos para aumentar su autoestima, mi clienta Sora redefinió el éxito como vivir una vida más equilibrada y basada en valores. Se fijó metas en torno a fomentar relaciones familiares más profundas y el crecimiento personal y eligió medidas como dedicar dos noches a la semana a pasar tiempo con la familia y priorizar proyectos significativos por sobre los de alto perfil en el trabajo.

Definir el éxito en sus propios términos y expandirse más allá del ámbito profesional requiere autoconciencia y, potencialmente, el coraje de desafiar las expectativas sociales. Pero hacerlo garantiza que su búsqueda del éxito sea intencional, equilibrada y, lo más importante, personalmente significativa solo para usted.

Audite sus relaciones
Las relaciones sólidas y de apoyo son esenciales para nuestro bienestar e independencia. De hecho, si no las tenemos, es más probable que nos encerremos en nosotros mismos y luchemos con la inseguridad. Por ejemplo, los padres excesivamente críticos pueden hacer que sus hijos se sientan insuficientes, los jefes microgestores siembran semillas de dudas en sus subordinados directos y los grupos sociales que enfatizan el estatus y el éxito material pueden amplificar la inseguridad en las personas que no cumplen esos estándares.

Si bien no podemos elegir a todas las personas con las que trabajamos, podemos buscar y construir activamente conexiones profesionales que nos nutran y alienten. El apoyo social positivo y de alta calidad (amigos, compañeros de trabajo y mentores) no solo reduce los sentimientos de inseguridad, sino que también mitiga su impacto, fomentando un mayor sentido de pertenencia y mejorando nuestra capacidad para manejar el estrés y la ansiedad.

Piense en sus relaciones laborales y reflexione sobre cómo afectan su bienestar y su autoestima. Pregúntese lo siguiente:
  • ¿Me siento apoyado y valorado en esta relación?
  • ¿Cómo me siento normalmente después de pasar tiempo con ellos? ¿Con energía o sin energía?
  • ¿Esta persona me estimula a crecer o me frena?
Después de auditar sus relaciones, considere cómo puede fortalecer las conexiones que lo elevan y lo nutren y minimizar su exposición a compañeros de trabajo que minan su confianza en sí mismo y su bienestar emocional.

El hecho es que la calidad de nuestras relaciones laborales es muy importante y afecta nuestra satisfacción y desempeño laboral, los niveles de agotamiento y desgaste profesional, y el bienestar y la salud en general. Si las relaciones laborales importantes dañan de manera constante su autoconcepto y su confianza (y no puede minimizar su exposición o cambiarlas), tal vez le convenga considerar la posibilidad de buscar un entorno de trabajo más saludable.

Los cambios en los sistemas y comportamientos organizacionales que contribuyen a la sensación de inseguridad en el trabajo pueden no llegar nunca. Siempre habrá malos jefes, mala comunicación, favoritismo y falta de reconocimiento en el trabajo que pueden llevar a ocasionales ataques de inseguridad. Pero si reconoce que la inseguridad no es un defecto personal, se concentra en sus fortalezas, amplía su idea del éxito y cultiva relaciones de apoyo, puede proteger su confianza en sí mismo y liberarse de la trampa de depender de los demás para su validación.

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Dina Denham Smith es coach ejecutiva de líderes sénior en marcas líderes mundiales como Adobe, Netflix, PwC, Dropbox, Stripe y numerosas empresas de alto crecimiento. Ella misma fue ejecutiva de negocios, es la fundadora y directora ejecutiva de Cognitas y ayuda a los líderes y sus equipos a alcanzar nuevas cotas de éxito. Conéctese con ella en LinkedIn.

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